Blog de Martin VASSALLO ARGUELLO - Munich

Publié le par Sarah Maïder

Abril 30, 2007

ATP
Me resulta imposible saludarlos sin contarles que hoy gané primera ronda. Ya sé que el blog no está pensado para esto, pero tengo una alegría enorme por haber ganado. Fue durísimo el partido: 7-6 y 6-4 contra Hyung Taik Lee.

Superado el egocentrismo, les cuento qué hicimos durante la tarde noche de ayer y la mañana de hoy, que es lo que solemos hacer cada semana, una vez llegados al torneo.

Lo primero, fue “sacarnos el viaje del cuerpo”. Eso es trotar un rato, unos 20 minutos, hacer ejercicios de movilidad y algo de fuerza de brazos. Es decir, una buena transpirada.

Después organizamos un entrenamiento, más pensado en la adaptación a las nuevas canchas y diferentes pelotas que en la práctica en sí de golpes o de jugadas. No siempre cambia, eso sí. A veces coinciden con las bolas de la semana anterior.

Otra cosa muy importante es encontrarle la vuelta al encordador, a la tensión de la raqueta. Es muy difícil que los 23 kilos (la tensión que uso) de Casablanca, sean idénticos a los 23 kilos de Munich, porque la máquina con la que encuerdan es diferente o, sencillamente, porque el encordador es otro.

Por lo general, es el día que requiere más trámites. Por ejemplo, hacer las credenciales, lo que incluye una foto. No conozco ni un solo jugador o coach que quede contento con la fotito que lleva en el pass.

Además, hay que dejar ropa para lavar, averiguar dónde hay internet, cosa fundamental para estar comunicados con quien uno necesite. En mi caso, con mi sicólogo Fernando Vázquez, mi novia Ana, el Pulga (Horacio) de la Peña y mis viejos.

Finalmente, para lo que yo considero el momento más importante del día, y seguramente el más difícil de armar: una buena merienda.

No se imaginan lo complicado que resulta a veces encontrar un lugar en el que sirvan un simple café con leche, preparen unas tostadas con manteca y miel. Algo tan sencillo como eso, puede ser un hallazgo en determinados lugares. Y yo soy un adicto a las meriendas.

Hoy aprendí una cosita más acerca de Alemania. ¿Se acuerdan de las hermosas autopistas de las que les hablé ayer? Me llamó poderosamente la atención enterarme que acá son estatales. ¡Y pensar que en toda la década del 90 no paré de escuchar a un famoso periodista argentino por televisión diciendo que había que privatizar! Que ese era el futuro, el progreso. Y sí, de ese modo le hacía coro a la política de entrega.

Voy a seguir averiguando. Quizás me lleve la sorpresa de que también los teléfonos, el gas, la luz y los demás servicios públicos estén en manos del estado.

Un abrazo grande, hasta mañana. Y recuerden visitar
www.segundosaque.com

Martín Vassallo Argüello

Abril 29, 2007

ATP
Soy Martín Vassallo Argüello, tenista argentino.

Les escribo desde Bavaria, el estado más grande de Alemania, bien al sudeste, o abajo a la derecha, como me gustaba decirle a la profesora de geografía. Viven 12 millones y medio de personas. El hecho de estar lindante con Austria, República Checa y Suiza le da un carácter de mucha importancia económica a la región. Es un estado sumamente rico.

¡Sí! ¡Llegamos a Munich! No crean que fue tan sencillo. Con Leo Olguín, mi coach, estábamos en Casablanca. Luego de perder en semifinales de dobles, armamos la retirada. Nos faltaba comprar sólo un tramo de avión, desde Madrid a Munich. El viaje arrancó tempranito, a las 8 30 am. Llegamos a Madrid después de horita y media de viaje.

Una vez en Barajas, el aeropuerto de Madrid, fuimos al mostrador de la compañía que sponsorea al club donde juego en la Bundesliga alemana, el Dusseldorf. Desde ese momento hasta que subimos al avion, pasamos por tres etapas. La primera fue de desaliento: nos dijeron que el vuelo estaba sobrevendido y que nos recomendaban un hermoso hotel para pasar la noche. La segunda, de leve esperanza: nos prometieron hacer lo posible para meternos si alguien faltaba. Y la tercera, de alegría: una vez que ya no quedaba personal en el check in, ni pasajeros, y la hora de embarque se aproximaba, nos dieron los boarding pass con los asientos asignados.

El vuelo hizo escala en Palma de Mallorca. No teníamos idea de esa parada. Primera vez que voy a la isla que tantas veces escuché nombrar como lugar alucinante para vacaciones. Lo nuestro, de todos modos, no fue muy emocionante que digamos. Desde el avión no se puede apreciar mucho, y el aeropuerto no difiere gran cosa del de La Paz, Innsbruck, Niza u Olbia.

Munich, ciudad repleta de historia. Fue napoleónica primero, parte del Imperio Germánico después, bombardeada tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, baluarte hitleriano y capital del Estado Libre de Bavaria. Hoy se la ve ordenada, floreciente, radiante, hermosa, organizada, respetuosa, gigante, limpia, al igual que muchas otras ciudades alemanas.

La ciudad que vio nacer a Franz Beckenbauer, hablando de fútbol. ¿Se acuerdan del hermoso estadio Alianz Arena? Ese con forma de neumático, pero que en lugar de caucho tiene luces rojas prendidas las 24 horas. Bueno, ese lo vimos en el paso desde hacia el hotel. También de aquí es Richard Strauss, famoso músico compositor. Hablando de Bavaria, la región que vio nacer, crecer y aprender, tanto en su vida religiosa en el Arzobispado de Munich y Freising (su casa espiritual), como moralmente en su paso por la Juventud Nazi, al actual papa Benedicto XVI.

Todo se simplificó una vez en la ciudad. Ya nos hicieron sentir parte del torneo ni bien salimos con los bolsos. Un hermoso, moderno y costoso auto nos esperaba con su chofer. Las autopistas son planitas, perfectas. El hotel es un lujo. Eran las 23.10 cuando entramos a la recepción. Nos hicieron una cena a las apuradas para sacarnos del problema. Es común en este organizadísimo país que los restaurantes cierren religiosamente a las 11 de la noche. Tuvimos suerte, estaban muy buenas las "schnitzel" con papas que compartimos con Gustavo Marcaccio ("Cacho" para todos).

Una jornada con estas características se repite cada semana, cada final de torneo, cada comienzo del próximo. Es parte de nuestras vidas, es parte de lo hermoso y lo no tan bello de nuestro deporte. Y quizás, el motivo por el cual en período de descanso, de vacaciones, elijamos irnos no más allá de Uruguay, Chile o las playas argentinas.

Gracias a ATP en Español y esta sección de "blogs" tendré la posibilidad de escribirles mañana otra vez. Así que por hoy les mando un abrazo, y los dejo. Ya son las seis y media de la tarde y en un ratito más nos vamos para el hotel. Déjenme decirles que me encantó el blog de Sergio Roitman la semana pasada.

Si tienen ganas de ver videos con nuestro día a día, los invito a visitar
www.segundosaque.com, la pagina web que desde noviembre estamos haciendo entre Juan Pablo Guzmán, Juan Pablo Brzezicki y yo.

Hasta mañana, entonces.

Martín

Mayo 1 , 2007

ATP
A ver... Quisiera irme un poco del día a día. No les voy a contar nada particular de hoy, pero sí algo que se repite muchísimo, en los momentos libres en cada día de torneo.

Si me siento en un silloncito del player lounge, veo jugadores, entrenadores, novias de jugadores, preparadores físicos, algún que otro amigo y la gente que organiza el torneo.

Seguramente están esperando para entrenarse, o para su partido, saliendo del gimnasio, vueltos de comer, o listos para irse. En todos los casos están esperando algo. Veamos qué hacen en esa espera.

No conozco torneo en el cual no haya por lo menos cuatro sudamericanos en el player lounge. Por lo general nos reunimos en grupo, a charlar, a contar algo, a reírnos un rato. Somos de hablar fuertecito. Es raro ver al sudamericano solitario, aislado. Por supuesto que hay momentos en los que se escucha MP3 dormitando en un sillón, se ve el diario en internet o se lee un librito. A mi esta semana me acompañan el libro Cien horas con Fidel, de Ignacio Ramonet, y la película Memoria del saqueo, de Pino Solanas (ver foto).

Hay un momento típico sudamericano, momento armado casi siempre por Sebastián Prieto, dueño y portador de los naipes. Hizo algo notable: aprendió un juego que se llama póker chino, les enseñó a jugar a todos mientas les ganaba apuestas, y por supuesto, ahora es un gran pasatiempo que da alegrías y tristezas a muchos.

Cambiando de grupo, veo a los checos; por lo general andan juntos, como los franceses. Aunque estos últimos, son más partidarios de acompañar los momentos libres en el club con un DVD, o la computadora, el MP3 y ahora, últimamente, la play portátil.

Ejemplo de solitario es Hyung Taik Lee. Ayer, mientras esperábamos el partido, se la pasó enfocadísimo jugando en un aparatito portátil, y su entrenador, al lado, en otro.

Los coaches tienen más momentos de soledad. Por supuesto que se juntan a charlar, pero también leen mucho. Igualmente, son más movedizos que los jugadores. No es raro verlos recorriendo el club, mirando, por ejemplo, partidos que les interesen, cosa que un jugador, y mucho menos sus novias, hacen.

Personalmente, creo que quienes peor lo pasan son las novias. Primero, porque son las que más solas están. Segundo, porque no conocen absolutamente a nadie, más allá de su pareja. A veces tienen la suerte de que algún otro jugador amigo haya viajado también con su novia o esposa. Entonces, se convierten en las mejores amigas por esa semana.

Se incorporó en este último tiempo el sudoku. Yo no conozco mejor jugador de sudoku que Nicolás Lapenti. Una fiera. Yo me consideraba bastante bueno. Un día hice uno “super pro” en trece minutos adelante de él. Me dijo: “¿Trece? Qué bien, cuando quieras competimos”. El reto fue aceptado y nos sentamos, los dos, con el mismo sudoku. Nico lo termino en siete minutos. Yo aún lo tengo en la billetera sin completar.

En algunos torneos hay playstations en las salas de jugadores, con televisor gigante. Se arman tremendas batallas. Moya y Nadal son grandes duelos. Ferrero tiene un gran talento. Los contragolpes de Devilder son letales. Por el lado argentino, conozco solamente a “La Flaca” Veronelli capaz de ganar campeonatos.

No hace mucho presencié un Barcelona-Real Madrid disputado entre Nicolás Almagro, con el Barça, y David Ferrer, con el Real. Fueron 40 minutos vibrantes. Afuera llovía y todos los jugadores miraban el partido: Staracce, Mónaco, Calleri, Gaudio, Ferrero, Nico Massú y no sé cuántos entrenadores. El partido se definió por penales. Messi pateó demasiado anunciado el último tiro. Todos, absolutamente todos, lo cargaron a Nico Almagro por la derrota. Creo que hasta el mismísimo Messi se sintió mal.

Déjenme afirmarles que cada vez más se habla de política en los torneos. Muchísimas veces escuché decir que los tenistas son ignorantes, incultos, que no les importa nada de lo que pasa afuera, que no se informan, que no les interesa la política. Sinceramente, pienso que están muy equivocados, que no se puede hablar de los tenistas en separado. ¿Acaso no somos parte de la sociedad? Les aseguro que la cantidad de tenistas despreocupados no es superior a la de cualquier oficina, cualquier bar, cualquier orquesta musical, cualquier equipo de rugby o cualquier grupo de teatro.

Un ejemplo de esto, fue el desayuno de esta mañana, con muchísimos argumentos, entre Leo Olguín, Marcaccio, Cañas, el Pulpo Etlis, el Gato Hartfield, Oki Rodriguez y yo. Pusimos sobre la mesa “el régimen cubano: Fidel y el capitalismo”. Aprovecho y les mando un bocadito: si a esa islita la dejó con mortalidad infantil cero, imaginemos lo que haría con los recursos nuestros.

Ya esta anunciado para el desayuno de mañana: “La participación de las distintas religiones en la sociedad“. Disertan: el Gato Harfield y el Pulpo Etlis.

Un abrazo grande y los espero en
www.segundosaque.com

Martín Vassallo Argüello

Mayo 2 , 2007

ATP
Les pido disculpas, pero hoy voy a ser muy egoísta, no voy a pensar en ustedes, sino en mí, me voy a dar un gusto, voy a dedicar un saludo.

Quiero mandarle un abrazo grande a los laburantes (así decimos en Argentina), a todos los trabajadores.

A todos ellos, a todos nosotros.

A los canillitas, a los docentes, a los médicos de guardia como mi primo Cris. A los camioneros, a los cartoneros, a los oficinistas, los millones de oficinistas, a mi Viejo, a mi Vieja, a los actores como Darín, a los músicos como la Negra Sosa, a los curas como Mujica, a los periodistas como Víctor Hugo, a los panaderos como mi abuelo, a los colectiveros y taxistas, a los cancheros del club como Nacho, al que cuida el vestuario, a las secretarias, a las cajeras del súper, al andén completo del tren, al campesino sudamericano, a quien trabaja, a quien subtrabaja, a los desocupados de YPF, a los ex combatientes de Malvinas, trabajadores por la dignidad; a las Madres de Plaza de Mayo, trabajadoras de la Justicia y la Memoria.

A los mediocampistas como Gago, a los tenistas como Vilas, a las azafatas de Aerolíneas, a los jubilados. A los políticos y policías honestos, a los gendarmes y militares nacionalistas ¡Claro que los hay! A las maestras de Yacanto de Calamuchita, a los peluqueros, a los profesores como Horacio Graziano, llenos de amor.

A los hijos de la segunda generación de desocupados, trabajadores contra el olvido, a los abogados de Derechos Humanos, a los escritores como Galeano, a los empleados de las pymes. A los trabajadores de las Empresas Recuperadas como el Hotel Bauen. A los humoristas como Les Luthiers, a los realizadores que hacen Canal 7.

A mi novia, a mi equipo de trabajo, al encargado del garage, al sereno de la fábrica, a Evita, a todos los desocupados de los 90, al dueño del hostal en la costa, al botones del hotel de lujo, al cocinero del restaurante “Doña Norma”, a quien bordó ese hermoso delantal, a quien se lo pone, al ex maquinista de la línea Córdoba-Rosario o Antofagasta-Osorno o Quito-Iquique o...

Al cajero del peaje, a los reclutas de Río Tercero, a los secretarios de La Amia, a Cabezas, al portero de la secundaria, al rector de la Universidad de Sociales, a la florista de la Estación Morón. A los sudamericanos que no pudieron quedarse, al Che, a los dignos piqueteros, o a los piqueteros dignos, como prefieran. A los integrantes del cacerolazo, a quienes colmaron la Plaza de la Revolución en La Habana, Plaza Italia en Santiago, Plaza de Mayo en Buenos Aires. A Roberto Carlos y al 3 de la seleccion panameña, a mis compañeros de segundosaque.com, a los carpinteros como José, a las costureras como Rosa. A todos los trabajadores, a los millones que lo fueron, a los millones que lo serán. A quienes nombré, a quienes me falta nombrar y a todos los que día a día trabajan para ser como ellos.

¡Desde este blog de la ATP, Feliz Día del Trabajador!

PD: Tengo espacio para referirme a un hecho que no pasó inadvertido a nadie el día de la fecha. La Batalla de las Superficies. Qué gran idea, qué buen partido, qué lindo evento, qué bien jugaron, qué ganas le pusieron.

De un lado pasto; del otro lado, separado por una simple red, por algo tan simple como una red, polvo de ladrillo.

De un lado la superficie limpia, elegante, la del saque y volea. Del otro, la superficie aguerrida, la de la entrega, la transpiración. ¡Que increíble verlas tan diferentes y separadas sólo por una simple red! Simple pero inquebrantable, ¿a quién se le ocurriría saltarla? ¿Sabían que se puede recibir multa por pasar del otro lado? Un castigo por pisar el territorio del otro, aunque uno lo haya pisado minutos antes, o lo pisará minutos después. Ya no le pertenece más. Ya es del otro. Me hace acordar a un mexicano amigo, pisando California.

Un abrazo grande y mañana prometo hablarles de tenis, gane o pierda con Grosjean. Los espero en
www.segundosaque.com

Martín Vassallo Argüello

Mayo 3 , 2007

ATP
Les voy a contar el día de un tenista. No es el mío. El de un gladiador del circuito internacional, de un batallador de las canchas y de la vida, un ganador, un amigo mío y de muchos, uno que para las estadísticas aún no llegó, pero que para todos nosotros, la rompe.

Gustavo Marcaccio (en la foto), hoy 3 de mayo, está de cumpleaños. Feliz cumple Cachito.

Esta mañana, Cacho se levantó temprano. Sin necesidad de hacerlo, se despertó para ir a entrar en calor conmigo, obviamente pensando más en ayudarme que en armarse un entrenamiento. Sólo jugamos 20 minutos. La semana que viene se va a París, allí está su próximo compromiso. Por eso aprovechó los días que pudo para quedarse, luego de perder en la qualy de Munich. Y entrenó con quienes lo necesitaran: con Massú, conmigo, con Melzer.

Almorzó bien, hay un buen buffet. Se conectó un rato en internet, chateó, miró mails, quizás reservó pasajes. Hay un montón de aerolíneas baratas con las cuales se puede volar dentro de Europa. No se hizo el masaje que necesitaba, en un acto -a mi entender- de exagerado buen gusto, porque le "daba cosa" usar el masajista del torneo no estando más en carrera. Recibió el “feliz cumpleaños” de muchísimos desconocidos o “semiconocidos”, de jugadores con los que nunca compartió nada, de organizadores del torneo, de coaches ajenos.

Todos sabemos lo distinto que se vive el día del cumpleaños lejos de casa. El día en que no hay fiesta con los amigos, no está el abrazo de los viejos, no está el beso de la novia, no se va al restaurante que más amamos, ni a ver a San Lorenzo, ni a comer con Pusineri o Zabaleta. Es un día especial, les decía, porque uno piensa en la cantidad de cosas que ha hecho para ser tenista, la cantidad de cosas que no ha hecho por ser tenista, la cantidad de cosas que pasaron, que ya no están, que se perdieron... Para ganar otras, para encontrar otras.

Feliz cumple Cacho, otra vez. Treinta años, veintipico de tenis. Vivimos juntos muchas cosas, muchos pasajes de nuestra carrera: los juniors, los primeros futures, challengers, interclubes, Grand Slams, cenas en Buenos Aires, en Santiago, Osorno, Temuco, Gramado, Belo Horizonte, Montevideo, Bogotá, Europa casi entera, México DF; miles de lugares, miles de anécdotas. El primer “depto”, que fuiste armando desde afuera, renegando con el carpintero que puso torcido el estante.

Es un día especial, se replantean muchas cosas, se sacan balances. Terminada la tarde de entrenamientos, y de ver todo mi partido alentandome, Cacho se vino para el hotel. Le tocó la durísima tarea de pedirnos a mi coach Leo y a mí dos caffe latte y dos club sandwich en un perfectísimo inglés que construyó en Arizona, en tres años de Universidad. Tuvo que pelearse un poco. Ya les había hablado de lo difícil que es armar meriendas, sobre todo cuando en la carta no figuran tostadas con manteca y miel, y particularmente, cuando un mozo alemán ni se imagina torcer las reglas y ordenar a la cocina algo que no figure allí.

Cacho la rompe, muchachos, es un “10”, un enganche, sus viejos están orgullosos, el Tenis Club Urquiza lleva su nombre en la cancha central, aunque aún no hayan puesto la plaquetita.

Cacho lo imita a Maradona como nadie. Literalmente: como nadie. Un día El Diez lo abrazó en el palco del Buenos Aires Lawn Tennis Club.

San Lorenzo lo hace llamar por teléfono desde cualquier parte del mundo para saber el resultado. Incluso una vez, lo obligó a volverse de un interclubes, resignando cobrar un par de partidos más, para dar la vuelta olímpica y gritar “campeón” con la Flaca Veronelli.

Otra vez se volvió para el casamiento de su hermana. No le gusta el playstation, viaja con su compu y el resto es ropa.

Cachito es de fierro, tiene esas cosas que ya no existen. Hoy lo quiero convencer de que entre a filmar en
www.segundosaque.com. “Yo me debo a Tenis Pro”, me contesta, aunque el programa ya no esté más.

Cachito: Feliz cumple y felicitaciones viejo, por tu corazón, por la persona que sos, por lo que construiste, por lo que lograste, por los huevos, por tus triunfos. Desde el Blog ATP, que escribo lejos de mi casa, que leerás lejos de tu casa, FELIZ CUMPLEAÑOS. Y te pido perdón, me acuerdo que cuando empezó el día, me pediste “que pase lo mas inadvertido posible”.

Un abrazo grande, y muchísimas gracias por todo.

Martín Vassallo Argüello

Publié dans Legion Argentina

Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article
P
Muy bueno el artículo, siempre hay cosas que nos sorprenden y hoy este blog ha sido una de ellas, sigue así. Enhorabuena
Répondre